Escuchar y apoyar a los jóvenes ajedrecistas
El pasado 26 de febrero, en la localidad de Cox (Alicante) tuvo lugar el Campeonato Provincial por edades de Alicante. Cerca de 70 jugadores de todas las categorías se dieron cita en el local del Club de Ajedrez Mate de Cox. Una de las novedades, gracias al interés y esfuerzo de la organización, fue la introducción de dos charlas paralelas destinadas a los acompañantes, tanto padres como monitores y entrenadores.
La primera de estas charlas, “Los beneficios del ajedrez en la sociedad actual” fue realizada a cargo de Rafael González Custodio, que realizó un magnífico recorrido por todo los aportes y beneficios que el ajedrez ofrece a sus practicantes.
La segunda charla, “Escuchar y apoyar a los jóvenes ajedrecistas” fue realizada por un servidor, Carlos Martínez Piqueras y quiero compartir con ustedes algunas ideas que se lanzaron.
Fue una charla práctica, buscando desde el inicio el feedback del público. Creo que es conveniente que el público forme parte activa, siempre que el formato lo permita, pues es ahí donde realmente se habla de los temas que interesan y de cuestiones presentes que requieren de una puesta en común. Así, los asistentes fueron muy participativos y se pudo generar debates y reflexiones muy interesantes que, en la medida de lo posible, trataré de compartir en este breve artículo.
Una de las primeras preguntas que abría la charla era: ¿por qué juegan nuestros hijos al ajedrez?. Una pregunta “inocente” en la que nos podríamos haber quedado durante toda la charla. ¿Saben realmente por qué juegan sus hijos al ajedrez?, ¿Qué les motiva del juego?, ¿Por qué practican ajedrez en lugar de otro deporte?. Estas cuestiones no son para que piensen sobre ellas, para que teoricen sobre por qué jugará mi hijo, si no para que directamente pregunten, propongan esta cuestión y escuchen lo que ellos tienen que decir. En muchas ocasiones nos quedamos con nuestra idea de por qué juegan o, incluso, la motivación que les impulsa y los logros que quieren conseguir. Hay que tener cuidado con las proyecciones y todo lo que estamos dando por hecho, sin preguntar directamente. En mi experiencia profesional, una de las motivaciones más fuertes que me he encontrado con los más jóvenes, es la de estar con amigos y divertirse, jugar. Pero esta motivación no es estática, un componente rígido que nunca cambia, si no que con el tiempo varía y los chicos pueden cambiar su principal motivación o, por supuesto, seguir igual. Uno de los aspectos clave en esta cuestión de la motivación fue los modelos que los niños tienen. Hablamos de los modelos lejanos, aquellos que suponen un sueño para los jóvenes. Pero también de esos modelos cercanos, que pueden ser ajedrecistas de su club con los que tienen contacto. Estos modelos, son excelentes para transmitir actitudes, valores y es importante que los padres se apoyen en ellos para remarcar conductas, pues son un ejemplo para los más pequeños. En este punto, es importante también la creación de referentes femeninos que sirvan como espejo a todos los ajedrecistas donde aprender y crecer.
Seguimos con otra pregunta: ¿sabemos cómo entrena nuestro hijo?. Aquí hablamos sobre la importante labor del entrenador. Tanto desde el punto de vista de los entrenadores como de los padres, la comunicación resulta un elemento esencial que se debe cuidar y ser fluido, pues solo así se creará la necesaria confianza para que el desarrollo deportivo puede ir un paso más allá de lo puramente ajedrecístico. Se habló acerca de la exigencia, de la presión, de los resultados, como una parte a estar atentos y que no entorpezca la labor del entrenador.
¿Sabemos gestionar los resultados? La última pregunta que lanzamos y donde hablamos acerca del error como parte inherente de la propia partida en los jóvenes ajedrecistas. Aceptar el error, convivir con él de una manera natural y enfocar lo que está sucediendo en cada momento, es un camino que ayudará al jóven a afrontar otros eventos de la vida cotidiana. También hablamos acerca del apego que existe al resultado: ¿cómo has quedado? ¿qué has hecho? ¿has ganado? ¿qué hiciste? ¿fueron tablas?…son todas preguntas destinadas a saber el resultado y, una vez respondido, sentirse contento con un resultado positivo o sentirse triste ante un resultado adverso. Y esto, inevitablemente, hace huella en el jóven y de alguna manera aprende que realmente lo único importate es el resultado. O lo mismo sucede con el ELO. Estamos cansados de decir que el ELO no es lo importante y que no se fijen en él (en los más jóvenes es un discurso muy recurrente) y, sin embargo, constantemente se está mirando el ELO, se tiene en cuenta para determinadas acciones, etc. Es necesario ir un paso más allá del resultado (también del ELO) e interesarse por el proceso, por cómo ha vivido nuestro hijo su partida o su torneo: ¿has disfrutado de la partida? ¿qué ha sido lo más difícil? ¿has estado concentrado? ¿has puesto en práctica algo de clase? ¿has estado tranquilo? ¿has felicitado al rival? Son preguntas alejadas del resultado que ponen el énfasis precisamente en que el chico atienda el proceso. Por supuesto, en la derrota, es conveniente dejar un tiempo justo al finalizar la partida pues hay quien lo vive con mayor tranquilidad y otros, en cambio, que lo viven con tristeza o enfado y realizar preguntas en esos momentos puede conseguir lo contrario a lo que se pretendía. Finalizamos con un vídeo que se hizo famoso relativamente hace poco tiempo y que muestra
Durante toda la exposición hubieron muchas preguntas e intervenciones del público, lo que generó un ambiente muy enriquecedor para todos. Es agradable asistir a estos eventos y ver el interés que suscitan estos temas, donde en ocasiones nos sentimos confusos y sin saber bien qué hacer. Poder compartir estas dudas y generar debates, sin duda, beneficia a todas las personas.
Fue un verdadera placer realizar esta charla y desde aquí quiero agradecer la buena organización y el esfuero realizado por el Club de Ajedrez Mate de Cox (si tienen ocasión, les recomiendo que los visiten, les encantará el buen ambiente y la pasión con la que viven el ajedrez). Por supuesto, agradecer también a los asistentes y el buen clima que se respiró durante toda la charla.