La confianza a través del Campeón del Mundo
- Publicado por Carlos Martínez
- Categorías Blog
- Fecha 27 de abril de 2021
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INTRODUCCIÓN
“La confianza en sí mismo es el primer secreto del éxito.” Ralph Waldo Emerson
Supongo que a muchos de ustedes ya le es de sobra conocida la siguiente posición tras la jugada 11.a3
Se jugó en el reciente torneo Altibox Norway Chess en Stavanger (Noruega) entre Levon Aronian y Magnus Carlsen, donde el jugador armenio realizó una partida sublime y doblegó al actual Campeón del Mundo.
Esta otra posición pertenece a la séptima partida del mismo torneo que enfrentaba a Vladimir Kramnik y, de nuevo, Magnus Carlsen, jugada en el mismo torneo.
En esta posición Magnus jugó la imprecisa 25. … Dxf2+ y terminó perdiendo tras un impecable juego del ruso.
El noruego terminó con 4 puntos de 9 posibles compartiendo la posición 7ª – 9ª. Un resultado malo que se suman a los cosechados desde el Campeonato del Mundo que le enfrentó a Sergey Karjakin. Tanto en los torneos de Tata Steel Masters como Grenke Chess Clasic, Magnus no consiguió vencer en la clasificación pero, lo más importante, tampoco pudo convencer con su juego. Podéis leer amplias crónicas de estos torneos escritas por David Martínez aquí: CRÓNICA TATA STEEL y CRÓNICA GRENKE.
LA CONFIANZA DE MAGNUS
La debilidad del Campeón del Mundo
Magnus ha ofrecido declaraciones muy interesantes después del torneo Altibox Norway Chess que han sido traducidas por los compañeros de chess24 y que les copio a continuación:
La verdad que son unas declaraciones importantes porque señala como causa principal de su rendimiento, su confianza. Hay que recordar que tras el Campeonato del Mundo disputado frente a Sergey Karjakin, Magnus respondía así a una entrevista formulada por Leontxo García:
Aprovechando este momento de Magnus, vamos a hablar sobre qué es exactamente la autoconfianza y trataremos de dar algunas ideas clave.
AUTOCONFIANZA
Definición y características
Vealey es uno de los psicólogos que más han estudiado la confianza en el deporte y la define como “la creencia o el grado de certeza que los individuos poseen acerca de su habilidad para tener éxito en el deporte”.
La autoconfianza deportiva está fundamentada en una serie de fuentes como son los logros obtenidos, el buen clima social del deportista y su preparación mental y física. Estas fuentes, tal y como señala Vealey (2002) en su Modelo multidimensional de confianza deportiva, van a influir a tres tipos de confianza:
- Eficiencia cognitiva, relacionada con la toma de decisiones o el dominio de pensamiento.
- Entrenamiento de habilidades que, como su propio nombre indica, están relacionadas con ese entrenamiento de las capacidades.
- Resiliencia, relacionada con la superación de momentos complicados o difíciles (en un próximo artículo vamos a desarrollar de forma extensa este concepto aplicado al ajedrez).
Es evidente que Magnus no está consiguiendo los logros que él esperaba. Aunque ganó y conservó el Campeonato del Mundo, su superioridad no quedó plasmada en el resultado y menos todavía en el juego e, incluso, pasó ciertos apuros que le hubieran complicado mucho las cosas en la novena partida (que terminaría ganando). En los torneos que ha disputado desde entonces, tampoco ha conseguido vencer en ninguno y realizar partidas como las que nos tenía acostumbrados donde controlaba y superaba a su rival de principio a fin.
Aunque lógicamente los resultados son muy buenos para cualquier mortal, para un jugador que ha roto todos los récords es posible que esto no sea suficiente. Otro tema es que probablemente el Campeonato del Mundo puso sobre la mesa la mejorable preparación del noruego, quizá no tanto a nivel técnico pero sí psicológico, en el que la férrea defensa del Karjakin le llegó a sobrepasar y correr riesgos excesivos en algunos momentos.
Esto seguro que ha influido en su eficiencia cognitiva, las decisiones que está tomando en algunos momentos de la partida no son las mejores, algo que era casi normal y habitual en su juego, así como en su resiliencia, antes lograba sacar adelante partidas en posiciones difíciles o sobreponerse a los contratiempos y, en los últimos torneos, no parece que esto haya sucedido. Todos estos factores influyen en su estado de ánimo así como en sus pensamientos e ideas y repercuten negativamente en su rendimiento.
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS
Técnicas y estrategias prácticas
¿Y qué se puede hacer para trabajar y desarrollar la confianza? Es un tema complejo que requiere de tiempo y de una buena actitud mental. Aunque hasta ahora hemos hablado de Magnus, las próximas ideas son más genéricas y están enfocadas a todos los aficionados que han atravesado o estén atravesando momentos de inseguridad.
Una de las primeras acciones que vamos a llevar a cabo será la de describir con el mayor detalle posible todo aquello que nos ocurre durante la partida, principalmente, los pensamientos y emociones asociados a un determinado momento importante de la partida. En base a qué hemos tomado la decisión y todos aquellos factores internos y externos que han mediado en esa decisión.
A partir de la realización de este ejercicio en las partidas que vayamos jugando vamos a obtener una interesante tabla donde, por un lado, aparecerán los principales pensamientos que tenemos en esos momentos críticos así como las emociones y, por otro, cuáles son los factores internos y externos que suelen mediar y tener mayor peso en nuestra toma de decisiones. Posteriormente a la elaboración de esta tabla nos podemos hacer una idea más acertada de lo que ocurre y trazar un plan de actuación para poner en práctica.
Hay varias situaciones que se pueden repetir y que restan confianza de una manera evidente y pronunciada:
- Diálogos internos. Son los diálogos que nos mandamos a nosotros mismos en un determinado momento. Se ha constatado que los deportistas autoconfiados utilizan diálogos positivos y que aceptan e integran mejor las situaciones deportivas con las que se van encontrando. Aquí podríamos diferenciar varios tipos de mensajes que tienen un impacto diferente:
- Mensajes limitantes concretos sobre la situación. Son mensajes que nos decimos en una determinada jugada o momento y que nos resta seguridad y confianza. Por ejemplo ante una jugada inesperada del rival “¿cómo no he vista esa jugada?” “¿por qué no vi esa jugada tan sencilla? “¿cómo puede ser que no vea eso?”. Son mensajes que nos generan un impacto emocional y que nos pueden sacar de la partida.
- Mensajes limitantes generales sobre la actuación. Estos mensajes son más terribles que los anteriores y generalizan a partir de una situación creando un cuadro prácticamente de indefensión ante lo que sucede. Utilizando el ejemplo anterior de no ver una jugada buena del rival, el jugador diría “no soy bueno en el cálculo”, “siempre me pasa lo mismo con estos jugadores y siempre pierdo, no les puedo ganar” o “siempre me pasa lo mismo, no sirvo para esto”. Son mensajes mucho más limitantes y es esencial estar atentos a ellos para atajarlos rápidamente.
En la medida de lo posible, hay que estar atentos a cuando estos mensajes aparezca durante la partida. Si se ha realizado correctamente la propuesta de análisis de la situación es muy posible que estos mensajes ya los tengamos detectados y podamos darnos cuenta cuando hagan su aparición en la partida. Será importante tener un mensaje alternativo que nos haga sentir cómodos y que se focalice, sobre todo, en el proceso y en nuestros recursos para afrontar la partida.
- Reacción emocional automática. En muchas ocasiones ante un evento determinado respondemos de manera automática sin darnos un tiempo para tomar conciencia de lo que está ocurriendo. Muchas veces esta reacción tiene que ver con una emoción concreta e intentamos “evitarla”. Por ejemplo, puede ser que en un momento me haya quedado inferior en una partida y esto me genere enfado. En lugar de parar unos minutos y tomarme un tiempo (siempre que el reloj me lo permita) comienzo a jugar rápidamente (quizá lanzándome mensajes limitantes como los explorados en el punto anterior) para tratar de huir de alguna manera de esa emoción. Aunque, por desgracia, es esa emoción la que está impulsando nuestras jugadas. Aprender a detectar cuando la emoción que estamos atravesando, parar y observar lo que estamos sintiendo en un momento crítico y volver a focalizarnos en la partida, en nuestros recursos y habilidades para afrontar lo que pasa, va a repercutir en nuestra confianza y en cómo vamos a afrontar la partida.
CONCLUSIÓN
Vamos a resumir lo dicho hasta aquí:
- Análisis y descripción de los momentos críticos en nuestras partidas atendiendo a los pensamientos, emociones, factores internos y externos en la toma de decisiones.
- Diálogos internos. Observar cuáles son los principales diálogos que se producen en nuestras partidas y generar mensajes alternativos.
- Reacciones emocionales. Cómo pueden haber influido determinadas emociones en nuestro juego y generar una rutina de acción ante estas emociones en el futuro.
De momento, lo dejamos en este punto. En un próximo artículo seguiremos explorando el tema de la confianza con uno de los conceptos más novedosos y que está despertando mucho interés en la psicología: la resiliencia.
Etiqueta:confianza, emociones, resiliencia, seguridad
Especialista en psicología aplicada al ajedrez. con una experiencia de más de 10 años en el entrenamiento psicológico de ajedrecistas. Licenciado en Psicología por la Universidad Jaume I, es experto en Técnicas de Terapia Gestalt y FIDE Trainer y Entrenador Nivel I de Ajedrez. Es psicólogo en la Federación Española (FEDA) y Valenciana de Ajedrez (FACV). Acompaña a los jóvenes talento de la selección española en los Campeonatos de Europa y del Mundo.
Además, ha trabajado con el equipo olímpico masculino y femenino de la FEDA. Como divulgador, ha publicado numerosos artículos en revistas nacionales e internacionales, al tiempo que imparte formación en el campo de la psicología a entrenadores de ajedrez.
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