Los habituales problemas de memoria
- Publicado por Carlos Martínez
- Categorías Blog
- Fecha 27 de abril de 2021
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INTRODUCCIÓN
“Mi memoria es magnífica para olvidar.” Robert Louis Balfour Stevenson
En la sala de prensa, tras finalizar la partida con derrota frente a Hikaru Nakamura, Sergey Karjakin comentó: “The worst way to lose a game is, when you know the line until a draw, but can not remember how it goes and get a losing position immediately…” (La peor forma de perder es cuando conoces la línea hasta las tablas pero no la recuerdas y la pierdes inmediatamente).
Al parecer, el jugador ruso se ha olvidado de una variante que llevaba hacia la igualdad y ha quedado perdido.
A todos los ajedrecistas, en algún momento, se les ha olvidado una variante que tenían analizada y que, llegado el momento de ponerla en práctica, no la han recordado o han confundido las jugadas. Es una situación relativamente usual en el mundo del ajedrez. Pero, ¿qué puede haber detrás de estos olvidos? ¿Lo dejamos en un simple olvido o, por el contrario, podemos extraer algunas sugerencias de estos para entrenar y fortalecer nuestro ajedrez?
LA MEMORIA
Recordar lo inabarcable
Hoy en día, debido a los programas informáticos y a la cantidad de horas que se le dedican al estudio de la apertura, la cantidad de información a recordar es extremadamente alta. Hay variantes que pueden llegar a la jugada 30 o más allá y el principal problema es su recuerdo sobre el tablero. Sobre todo, si estas variantes son complejas y se han analizado hace algún tiempo.
Sin pretender profundizar excesivamente en el tema, sí que me gustaría citar un estudio clásico que se estudia en todas las facultades de psicología y que dio pie a lo que posteriormente se conoció con el nombre de curva del olvido. Según el estudio llevado a cabo por Hermann Ebbinghaus, la tasa de olvido no es lineal: se olvida rápidamente al principio y después, lentamente. A continuación, aparece un gráfico que nos ayudará a entender este proceso:
Como se puede comprobar, el olvido del material es muy acusado en los primeros días después del aprendizaje para estabilizarse a partir de la semana, aproximadamente. Aunque este estudio utiliza un material que poco tiene que ver con el ajedrez (el autor utilizó listas de sílabas), sí que nos sirve para que veamos de una manera gráfica la importancia que tiene repasar el material que previamente hemos estudiado.
En muchas ocasiones, después de haber aprendido una variante concreta, pensamos que ya “la sabemos” y nunca la volvemos a repasar o lo hacemos pero sin mucho interés. Hasta que llega el día de ponerla en práctica y, entonces, nos damos cuenta que eso que sabíamos, quizá, no lo sabíamos para siempre.
Con este ejemplo, quiero incidir sobre la importancia de repasar los análisis que hemos realizado en algún momento como un paso fundamental para su posterior recuerdo durante una partida.
Es imprescindible, además de este recuerdo, que encontremos claves o estrategias mentales (mnemotecnia) durante la fase de preparación o de entrenamiento que nos ayude a fortalecer su memorización. Por supuesto, previamente se habrá trabajado la comprensión de la posición pues sin esta, la simple memorización será mucho más complicada y el olvido, mayor.
Es difícil proponer estrategias mentales concretas para la memorización del material, pues cada persona tendrá sus preferencias y a unos les será más fácil de una u otra forma.
Si somos entrenadores, sería interesante conocer los intereses de nuestro alumno así facilitar el aprendizaje y el recuerdo mediante diferentes estrategias que sean significativas para él.
Si somos jugadores, es importante conocer cuál es la forma que mejor nos ha ayudado a la hora de memorizar un determinado material.
A MODO DE CONCLUSIÓN
Qué hacer para recordar
Y para finalizar, ¿qué podemos hacer si en una partida nos quedamos en blanco? ¿Qué hacemos ante una posición que hemos estudiado pero no recordamos los análisis? Lo primero ante una situación así, y casi de manera automática, es intentar recordar por todos los medios y con toda nuestra fuerza lo estudiado. Esto lleva unos cuantos minutos.
Posteriormente, llega la fase de enfado. No recordamos el material y entramos en una especie de bucle, seguramente, con algún mensaje nada positivo hacia nosotros. Esta también suele durar otros tantos minutos.
Por último, entramos en la fase donde hay que tomar una decisión y jugamos una, aquella que nos parece tener cierto sentido o que nos autoconvencemos de recordar vagamente. Esto, a grandes rasgos y un tanto en tono jocoso, es lo que nos puede suceder después de un olvido de este tipo.
Como propuesta alternativa a esta, recomiendo un primer paso donde aceptemos que hemos olvidado el material y que nos tocará jugar con nuestras habilidades y conocimientos. Después de la fase de aceptación, o durante la misma, es conveniente relajarnos, tranquilizarnos para afrontar la partida de la mejor forma posible.
Por último, es imprescindible que creamos en nuestra habilidad, en nuestro conocimiento y en el entrenamiento llevado a cabo para encontrar las mejores soluciones prácticas.
Etiqueta:autoconfianza, memoria, mnemotecnia
Especialista en psicología aplicada al ajedrez. con una experiencia de más de 10 años en el entrenamiento psicológico de ajedrecistas. Licenciado en Psicología por la Universidad Jaume I, es experto en Técnicas de Terapia Gestalt y FIDE Trainer y Entrenador Nivel I de Ajedrez. Es psicólogo en la Federación Española (FEDA) y Valenciana de Ajedrez (FACV). Acompaña a los jóvenes talento de la selección española en los Campeonatos de Europa y del Mundo.
Además, ha trabajado con el equipo olímpico masculino y femenino de la FEDA. Como divulgador, ha publicado numerosos artículos en revistas nacionales e internacionales, al tiempo que imparte formación en el campo de la psicología a entrenadores de ajedrez.
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