Sobrevivir en el abismo
- Publicado por Carlos Martínez
- Categorías Blog
- Fecha 27 de abril de 2021
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INTRODUCCIÓN
“El abismo no nos detiene, el agua es más bella despeñándose”. Ricardo Flores Magón
¿Cómo sobrevivir en el abismo? Supongo que algunos de ustedes recuerdan aquella final de la Champions League entre el Liverpool y el Milán jugada en 2005. En el descanso el equipo inglés perdía por un contundente 3-0. Sin embargo, en la segunda parte pudo igualar el marcador y llegar a la tanda de penaltis donde, finalmente, lograría alzarse con la victoria.
En 2008 Rafael Nadal se enfrentaba por tercer año consecutivo en la final de Wimbledon ante Roger Federer. Las dos anteriores habían terminado con sendas victorias del suizo. En la final más larga de la historia del torneo, Nadal comenzaba ganando 2-0 pero Federer lograba empatar ganando los dos siguientes (2-2). Se llegaba así al quinto y definitivo set que coronaría campeón al español en 4h y 58 minutos.
En 2014, Carolina Marín se enfrentaba a la china Li Xuerui en su primera final por el Campeonato del Mundo de bádminton. Aunque perdió el primer set e iba por debajo en el segundo (15-12), logró darle la vuelta al marcador y terminar ganando el segundo y el tercer set, alzándose con la victoria.
Salvando las distancias en ajedrez también nos podemos encontrar situaciones similares. Uno de los jugadores, debe sobrevivir al abismo de la derrota.
Vamos a distinguir varios tipos de posiciones dependiendo de cuán malas sean:
- Posición inferior
Son posiciones donde uno de los bandos está en desventaja pero todavía queda una larga partida por delante. En la partida Blomqvist, E. (2567) vs. Kravtsiv, M. (2645). Rilton Cup, 2017 llegaron a la siguiente posición:
Quizá por tener un ranking superior, por estar en un momento crítico del torneo o por preferencia de estilo, el jugador que debe aceptar jugar la posición inferior se resiste a ello e intenta por todos los medios jugar de forma activa.
Suelen incurrir en más riesgos de los necesarios y muchas veces caen en posiciones como las que veremos a continuación, donde será mucho más difícil sobrevivir en el abismo.
- Posición claramente inferior
La siguiente posición está tomada de la partida Eljanov, P. (2755) – Rapport, R. (2702). Tata Steel, 2017.
Estas situaciones son terriblemente complejas de gestionar a nivel psicológico pues las nulas esperanzas de luchar por la victoria generan un cuadro de desánimo, apatía y desidia en el jugador que, en muchas ocasiones, le lleva a la derrota de forma prematura.
- Posición perdida
Esta partida pertenece a Akobian, V. (2645) – Caruana, F. (2817). Campeonato EEUU. 2017. Fabiano cuenta con dos peones de más y todo hace presagiar que la partida terminará relativamente pronto. No obstante, Akobian se defendió por más de 35 jugadas e, incluso, pudo aprovecharse de un error de Caruana donde quizá la búsqueda de la victoria durante tanto tiempo le hizo desatender los posibles recursos del rival y terminar perdiendo.
Lejos del resultado, y como sucede en el ejemplo anterior, permanecer en la partida en estos momentos es sumamente difícil para el jugador que está perdido y, la mayor parte de las veces, apenas ofrece resistencia y termina perdiendo rápidamente. Algunas sensaciones que pueden hacer su aparición en estos momentos son el desánimo, enfado, falta de concentración, pensamientos circulares negativos o focalización en el pasado.
En los dos primeros ejemplos el bando en inferioridad apenas ofreció resistencia y perdió con facilidad. No fue capaz de sobrevivir en el abismo de la derrota. En la última partida, sin embargo, la tenacidad de las negras les hizo permanecer por mucho tiempo en el juego hasta que el negro cometió un error decisivo.
Más allá del resultado, ponemos énfasis en la diferente actitud con la que se siguió la tercera partida (Akobian, V. – Caruano, F.) donde el jugador de blancas mostró una excelente capacidad de gestión de momentos de máximo estrés donde parecía que el juego se le escapaba.
Es lo que en psicología se conoce como deportista resiliente, que se caracteriza por sobreponerse a las adversidades para seguir compitiendo con intensidad y concentración en busca de sus oportunidades.
LA RESILIENCIA
Un concepto novedoso en psicología
Son Norman Garmezy (1959) y Emmy Werner (1989) los autores pioneros en la investigación sobre resiliencia.
Pero, ¿qué es la resiliencia? Es un concepto que se ha tomado de otras disciplinas (ingeniería) y que en el ámbito psicológico su conceptualización todavía no está clara y sigue generando interesantes debates. Puesto que no es el objetivo del presente artículo debatir ampliamente sobre el concepto, podemos definir la resiliencia como la capacidad de una persona para afrontar y recuperarse de un evento o situación de desgaste o de adversidad.
Con el afán de introducir y desarrollar nuevos conceptos y explicar diferentes procesos en el ámbito deportivo, han sido varias las investigaciones que se han llevado a cabo sobre este constructo. Todos los deportistas están expuestos a eventos y situaciones estresantes, todos estarán expuestos, alguna vez, a la tarea de sobrevivir en el abismo. Gestionar adecuadamente estos momentos va a ser decisivo para aprovechar convenientemente todas las oportunidades.
Entre las variables que influyen en la resiliencia se pueden diferenciar las variables demográficas (edad y género) y variables psicológicas que, a la vez, se pueden dividir en dos categorías:
- Factores de riesgo (ansiedad, depresión, afectos negativos, estrés percibido)
- Factores de protectores (optimismo, autoeficacia, autoestima, apoyo social).
Los estudios realizados hasta ahora indican que para promocionar la resiliencia es más efectivo mejorar los factores protectores que reducir los factores de riesgo (Xabel García Secades, Olga Molinero, Roberto Ruíz Barquín, Alfonso Salguero, Ricardo de la Vega, Sara Márquez).
Los deportistas resilientes evalúan los factores estresantes como oportunidades para su desarrollo y crecimiento, evalúan estas situaciones como un reto motivante y no como una amenaza” (Xabel García Secades, Olga Molinero, Roberto Ruíz Barquín, Alfonso Salguero, Ricardo de la Vega, Sara Márquez).
Las características principales de las personas resilientes son: una personalidad positiva, altos niveles de motivación centrados en los factores internos, altos niveles de confianza, excelente nivel de concentración y un apoyo social de calidad por parte de familia, amigos y/o el entrenador.
LA RESILIENCIA EN LA PRÁCTICA
Aplicación en ajedrez
Por mi práctica profesional he visto que la capacidad de sobreponerse ante las adversidades (de sobrevivir en el abismo) en el transcurso de una partida es un signo distintivo de los deportistas exitosos.
El concepto de resiliencia nos puede ayudar a comprender adecuadamente esos momentos por los que pasa el ajedrecista cuando queda en inferioridad y cómo reacciona ante estos eventos.
Ser resiliente en los momentos complicados no te hará ganar la partida, pero te ayudará a aceptar la situación y te permitirá estar más concentrado en los factores que intervienen. Va a desarrollar una actitud de lucha y esfuerzo que va a repercutir positivamente en el rendimiento.
Hay que señalar que, como todas las habilidades psicológicas, se necesita tiempo de entrenamiento y práctica para poder desarrollarlas de una manera eficiente y que queden integradas en el background del jugador.
Aquí os vamos a dar algunas pautas que podéis seguir para guiaros en el entrenamiento e introducir en vuestras sesiones.
ANTES DEL ENTRENAMIENTO
Sumar desde antes de empezar
- Acciones y pensamientos. Lo primero es que el deportista debe ver qué le sucede cuando se encuentra en una posición inferior o cómo evita entrar en alguna de ellas. Cada uno tendrá su estilo, aunque hay varios puntos a tener en cuenta:
- Diálogos internos negativos. Muchos deportistas que se encuentran en estas situaciones no dejan de lamentarse por la posición en la que han acabado. Piensan en las oportunidades perdidas, en qué hace unas jugadas podrían haber hecho esta o aquella jugada, que ahora van a perder, que el rival ha tenido suerte, se enfadan, etc.
- Justificaciones. Esto es muy común y suele estar relacionado con tomar riesgos innecesarios en momentos intranscendentes. El deportista se auto justifica para no entrar en una determinada posición inferior porque confía en que el rival fallará.
- Emociones. Aquí debería señalar qué emociones están asociadas al punto anterior y cómo hacen su aparición, cómo se manifiestan sobre el tablero.
- Hacer y ser. Por último, te focalizarás en lo que querrías hacer y cómo lo vas a llevar a cabo, puede ser mediante una acción concreta o mediante una señal a ti mismo que te haga salir del círculo en el que te encuentras.
A modo de resumen, y para favorecer el trabajo, os puede ayudar esta tabla con un pequeño ejemplo extraído de la práctica real de un ajedrecista.
Por último, se añadiría otra columna o un apartado en la parte de debajo de la tabla para señalar cómo lo vas a llevar a cabo cuando te encuentres en esta situación.
ENTRENAMIENTO
Manejo de las técnicas para la competición
- Mindfulness. Ya hemos comentado en otros artículos algunas cosas respecto a esta técnica. Aunque existen multitud de materiales para entrenar la práctica, en muchas ocasiones no encontramos el tiempo suficiente. El siguiente vídeo está seleccionado expresamente para que no hayan excusas: introduce esta técnica mediante un ejercicio muy simple por un solo minuto. Además, es ideal para llevarlo posteriormente a la partida.
- Visualización. De nuevo, otra técnica de la que ya hemos hablado en otras ocasiones. Imaginarse situaciones en las que se haya encontrado en problemas durante la partida, o imaginarse en ellas por primera vez, y verse así mismo gestionando y superando esos momentos de una manera positiva y eficaz, le va a ayudar a llevarlo a su partida. Recomendamos que este tipo de ejercicios se realicen durante el entrenamiento.
- Posiciones difíciles. Ponerse posiciones desde el bando que está en apuros puede resultar muy recomendable para gestionar estos momentos. Recuerden que se compite como se entrena, y llevar a cabo entrenamientos con otros compañeros (o, incluso, un módulo) donde nos veamos en esta situación va a ser muy productivo. Es importante trabajar el estar presente en la partida y tratar de encontrar las mejores jugadas posibles para causar problemas al rival. Hay que estar atentos a la aparición de posibles pensamientos, ideas y/o emociones para poner en práctica lo aprendido. Posteriormente, lo anotaremos.
- Focalización. Con esto nos referimos a estar centrados en los factores donde podemos actuar, en los que tenemos posibilidad de acción en la partida. El único momento en el que se puede hacer algo es ahora, y lamentarse por lo que ha sucedido o enfadarse por lo que vendrá, no hará que dejes de estar donde estás. Focalizar tus energías a lo que está pasando ahora en la partida e, incluso, amplificar los factores buenos de tu posición, van a hacer que aumente tu nivel de concentración y dejar de lado esas lamentaciones.
- Desidentificación. Por último, es importante mirar la partida con “ojos de otro”, es decir, ver la partida tratando de encontrar la mejor jugada o la que más problemas pone al rival. Este paso puede resultar complejo pero está basado en que hay ocasiones donde los jugadores sienten una frustración muy grande por la jugada que han realizado o la posición a la que han llegado y esto suele estar relacionado con verse a ellos mismos como “malos jugadores”. Poder salir de aquí y ver la partida “desde afuera” puede ayudar a refrescar lo que está sucediendo y a aumentar el interés y la atención a la nueva realidad.
Estas son algunas de las claves que consideramos importantes para jugar esas posiciones tan incómodas. Uno de los puntos cruciales es la introducción de todos estos elementos en el entrenamiento.
La idea sería que en algunas determinadas rondas se caiga en una posición inferior a consciencia para poder poner en práctica todas las herramientas que se están entrenando. Posteriormente, habrá que anotar cómo se ha desarrollado todo y qué dificultades adicionales se han encontrado así como los beneficios que se han obtenido.
EJEMPLOS EN LA PRÁCTICA
Cómo se manifiesta la resiliencia
Para finalizar, y para que esto no quede solo en palabras, me gustaría exponer unos ejemplos de la práctica reciente de un jugador muy conocido: Gata Kamsky.
A principios de 2017 jugó varios torneos y se encontró en varios momentos con situaciones muy delicadas. Hemos seleccionado cuatro momentos de sus partidas, aunque indagando podéis encontrar más.
Cuando esto se produce en tantas ocasiones y el deportista sale airoso, sin duda, muestra una capacidad de gestión de momentos de estrés, una concentración y una fortaleza mental evidentes. Signos todos ellos del concepto de resiliencia en el deporte.
EJEMPLO 1. (Ronda 5) Kamsky, G. (2661) – Sokolov, I. (2632). Rilton Cup. 2017
¿Cómo jugaría en negras?
Kamsky llevaba muchas jugadas en una posición con un peón de menos y sin muchas esperanzas. Llegados a este momento, decidió entregar el caballo y Sokolov no acertó en la defensa, llevándose la victoria el jugador estadounidense.
Quiero hacer una precisión: no he elegido estas partidas por el resultado que se producen en ellas, si no porque Kamsky en algunas de ellas logra permanecer con vida durante muchas jugadas, hasta que el rival no aguanta la presión o no encuentra la mejor continuación para rematar y falla.
No es tan importante el resultado si no la actitud de aguante y defensa durante los momentos difíciles, esto sin duda repercutirá positivamente en la autoconfianza y autoconcepto del ajedrecista y es más probable que pueda tener repercusión en el resultado final.
EJEMPLO 2. (Ronda 8) Kulaots, K. (2556) – Kamsky, G. (2661). Rilton Cup. 2017
¿Cómo jugaría en blancas?
El blanco no acertó con la mejor jugada y perdió la ventaja que tenía en ataque en este momento (aunque tal vez la continuación no era tan obvia). De nuevo, Kamsky se defendió en una posición difícil donde no parecía que tuviera muchas chances.
EJEMPLO 3. (R1) Kamsky, G. (2666) – Gevorgyan, D. (2324). Open Moscú. 2017
¿Cómo jugaría en negras?
Kamsky, en blancas, vuelve a encontrarse en una posición prácticamente desesperada con dos peones de menos. Los alfiles de diferente color son un buen factor al que agarrarse aunque no parece suficiente para lograr las tablas. El estadounidense logró salvar la partida una vez más.
EJEMPLO 4. (R1) Indjic, A. (2560) – Kamsky, G. (2669). Open Aeroflot. 2017
¿Cómo jugaría en blancas?
Otra vez, una posición desesperada pues el blanco respondió con la secuencia correcta tras Cf6+! y Kamsky tuvo que entregar la dama. Aunque parecía que la partida no duraría mucho más de nuevo fue capaz de defenderse y salvar medio punto contra todo pronóstico.
Sin duda, la capacidad de Kamsky para permanecer y superar situaciones altamente estresantes y donde parece que no hay muchas opciones es una fortaleza indiscutible en su juego. Sin duda, un claro ejemplo de jugador resiliente.
Etiqueta:autoconfianza, concentración, motivación, resiliencia, resistencia infinita
Especialista en psicología aplicada al ajedrez. con una experiencia de más de 10 años en el entrenamiento psicológico de ajedrecistas. Licenciado en Psicología por la Universidad Jaume I, es experto en Técnicas de Terapia Gestalt y FIDE Trainer y Entrenador Nivel I de Ajedrez. Es psicólogo en la Federación Española (FEDA) y Valenciana de Ajedrez (FACV). Acompaña a los jóvenes talento de la selección española en los Campeonatos de Europa y del Mundo.
Además, ha trabajado con el equipo olímpico masculino y femenino de la FEDA. Como divulgador, ha publicado numerosos artículos en revistas nacionales e internacionales, al tiempo que imparte formación en el campo de la psicología a entrenadores de ajedrez.
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